Con el comienzo del año, los planes y desafíos organizacionales toman fuerza. Es un período clave en el que las empresas buscan alinear equipos, definir estrategias y avanzar hacia nuevos objetivos. Para lograrlo, las presentaciones se convierten en una herramienta fundamental. Sin embargo, para que estas presentaciones sean efectivas, deben adaptarse al contexto.
Considera el tamaño de la audiencia
Audiencia grande: En reuniones amplias, como kick-offs o presentaciones generales, enfócate en los aspectos estratégicos y globales, sin entrar en detalles. Opta por láminas minimalistas, con una idea principal por diapositiva y gráficos atractivos que refuercen el mensaje.
Audiencia pequeña: En reuniones de equipos específicos, puedes incluir detalles y análisis profundos. Este entorno permite dar una explicación más profunda e interactuar con la audiencia de manera más fluida. Puedes utilizar láminas más detalladas, siempre manteniendo un diseño claro para evitar distracciones.
Considera el formato de presentación
Online: En este formato es más fácil que la audiencia se distraiga, por ello es fundamental mantener un ritmo ágil. Te juega en contra que no podrás utilizar tu lenguaje corporal para explicar detalles o para destacar ciertos puntos de tus láminas. Por ello, es recomendable que el mismo contenido lo viertas en un mayor número de láminas que sean más simples, que irás pasando más rápidamente.
Presencial: Al poder utilizar tu cuerpo para mostrar detalles, podrás detenerte más tiempo en cada lámina. En este caso podrás utilizar láminas con más información.
En resumen, el inicio del año es el momento perfecto para inspirar y alinear a la organización. Una presentación adaptada al contexto puede hacer una gran diferencia, ayudando a transmitir objetivos claros y movilizando a los equipos hacia la acción.
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